Esta importante declaración, en cuya redacción participamos radicales provenientes de distintas geografías nacionales, sin distinción de pertenencias internas, pero todos preocupados por el presente y el futuro de la UCR, considerando que la militancia no puede seguir siendo ignorada, debemos hacernos oir. Encuentros autoconvocados como éste, con la vocación de aunar esfuerzos, olvidar antiguas diferencias, encontrar en el debate las mejores respuestas, están ocurriendo en todo el país, algunos con más, otros con menos gente, son el inicio de los verdaderos cambios que necesita nuestra UCR para terminar con la ilegitimidad de sus estructuras internas, elegidas de maneras fraudulentas, digitadas, y de las decisiones inconsultas que toman un pequeño grupo de dirigentes. Ésta, y muchas otras que ya están en marcha, deberían funcionar como una iniciativa que esperamos se replique en todos lados, en cada pueblo, en cada ciudad, en cada provincia, sin verticalismos, sin obsecuencias, sin especulaciones mezquinas,buscando lo mejor para esta UCR que nos necesita a todos para volver a ser la alternativa democrática con el claro sentido nacional y popular que le marca su historia. Estructuras partidarias que nos niegan espacios de participación,que se apoderaron de los sellos partidarios, que impiden las necesarias renovaciones, los debates políticos que debería tener la UCR, ubicándonos cada vez más lejos del pueblo, que hoy ni nos considera. Estructuras y dirigencias que funcionan cambiando nuestra historia, nuestra ética y todas nuestras banderas por puestos y prebendas. En sus orígenes el radicalismo nació para luchar contra el contubernio, hoy su dirigencia lo convirtió en el contubernio mismo, se olvidó de ser la causa de los desposeídos.
Es un anhelo personal que este tipo de encuentros, no sólo se repliquen en cada lugar promoviendo amplia y generosamente los necesarios debates políticos, sino que sean el precedente de encuentros regionales y nacionales que nos junten, para así hacer frente a quienes hablan de cambios que en realidad no quieren.

La Unión Cívica Radical nos necesita a todos, digámosle presente, no dejemos que los egoísmos y mezquinades la hagan desaparecer.

Como este documento ha sido publicado en distintas páginas radicales, leo comentarios de todo tipo, la mayoría de ellos entusiamados, otros descreídos. Ni unos ni otros aportan tanto como aportaría el compromiso personal, en una tarea que nadie dice que sea fácil, aunque sí decimos que es una tarea seria, en pos de rescatar el radicalismo, su doctrina, sus principios, sus conductas. Seguramente en este proceso surgirán diferencias, seguramente también habrá algunas defecciones, también habrá quienes sean comprados. Nada de eso importa, este desafío que estamos iniciando está preparado, está motivado en profundas convicciones. Ya en otras épocas nos decían que era imposible, que el radicalismo estaba terminado, y no tuvieron razón. Hubo un radicalismo que renació desde su militancia, esta vez tambien lo hará.

Es importante que seamos constantes, porque nunca hay caminos hasta que muchos marchan en la misma dirección. Estarán descreídos algunos, otros rechazan la propuesta porque creen que las actuales alianzas y dirigencias son las correctas para el partido, y otros como nosotros tomamos esta decisión de formar un nuevo grupo (no sé cual sería el nombre más preciso) bajo las ideas basales de la UCR y con la tracción de esas ideas a la actualidad. Hay que continuar... creo que hoy más que nunca "Doctrina para que nos entiendan, conducta para que nos crean".